El entrenamiento tiroideo: La influencia positiva del ejercicio en los pacientes hipotiroideos
El hipotiroidismo es una condición en la cual la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas, lo que afecta el metabolismo del cuerpo. Las causas comunes incluyen la enfermedad de Hashimoto y la extirpación quirúrgica o radiación del tiroides.
Los síntomas pueden ser fatiga, aumento de peso, piel seca, estreñimiento, depresión y problemas de concentración. Se diagnostica mediante análisis de sangre que miden las hormonas tiroideas y la hormona estimulante de la tiroides. El tratamiento implica la administración de hormona tiroidea sintética, como la levotiroxina, según la dosis adecuada determinada por el médico.
¿Qué efectos tiene el ejercicio en el hipotiroidismo?
El ejercicio es beneficioso para las personas con hipotiroidismo por varias razones:
Aumenta el metabolismo: El hipotiroidismo se caracteriza por una glándula tiroides poco activa, lo que conduce a un metabolismo más lento. El ejercicio regular aumenta la tasa metabólica, lo que a su vez favorece el control del peso y evita el aumento de peso asociado a menudo con el hipotiroidismo.
Mejora el estado de ánimo: El hipotiroidismo puede causar síntomas como fatiga, depresión y bajo estado de ánimo. El ejercicio libera endorfinas, las hormonas del bienestar, que alivian estos síntomas, mejoran el estado de ánimo y el bienestar general.
Aumenta los niveles de energía: La fatiga y la baja energía son síntomas comunes del hipotiroidismo. Aunque pueda parecer contradictorio, hacer ejercicio con regularidad aumenta los niveles de energía con el tiempo. La actividad física estimula el sistema cardiovascular, mejora el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno a los tejidos corporales, lo que se traduce en un aumento de la energía y la vitalidad.
Ayuda a controlar el peso: El hipotiroidismo puede provocar un aumento de peso o dificultades para adelgazar. El ejercicio regular, combinado con una dieta equilibrada, ayuda a mantener un peso saludable. Además favorece la utilización de calorías, aumenta la masa muscular magra y mejora la composición corporal, lo que ayuda a controlar el peso.
Mejora la función tiroidea: Aunque el ejercicio no puede tratar o curar directamente el hipotiroidismo, los estudios han demostrado que el ejercicio tiene un impacto positivo en la función tiroidea al aumentar la conversión periférica de la hormona tiroidea inactiva T4 a la forma activa T3 gracias a la mayor estimulación de las enzimas desyodinasas, y reduciendo la TSH en personas con hipotiroidismo.
Reduce el estrés: El estrés puede empeorar los síntomas del hipotiroidismo y alterar el equilibrio hormonal. El ejercicio es un calmante natural del estrés, reduciendo los niveles de cortisol y excitabilidad neuronal, promoviendo la relajación. Al controlar los niveles de estrés, el ejercicio contribuye indirectamente al bienestar general de las personas con hipotiroidismo.
Es importante tener en cuenta que, al iniciar y seguir un programa de ejercicios, las personas con hipotiroidismo deben consultar con su kinesiólogo y médico para asegurarse de que su rutina de ejercicios se ajusta a sus necesidades y limitaciones específicas.
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