Investigación
Utilización de energía, no quema de grasa
La “quema de grasa” es un proceso biológico en el que el cuerpo descompone las grasas almacenadas para obtener energía. Este proceso se relaciona con la pérdida de peso y la mejora de la composición corporal.
Cuando el cuerpo necesita energía para hacer sus funciones, como moverse o incluso pensar, toma esa energía de diferentes fuentes, siendo una de esas fuentes la grasa que tiene almacenada en su cuerpo.
Imagine que esta reserva fuese como una alcancía de la que puede sacar dinero en caso de necesidad, cuando se habla de «quemar grasa», lo que sucede realmente es que su cuerpo «abre» esa alcancía de grasa, toma una parte de su contenido y la transforma en energía.
La «quema de grasa» es relevante debido a que, en ciertas proporciones, la grasa es beneficiosa para el organismo, pero un exceso de grasa almacenada puede causar problemas en su salud. Por esa razón y también por razones estéticas, muchas personas intentan “quemar” grasa extra haciendo ejercicio y comiendo de manera saludable.
Para lograr esto, las personas creen que se puede utilizar la energía de la grasa de manera localizada, confundiendo el aumento del metabolismo del músculo que se está ejercitando con la utilización de grasa local, sin embargo, numerosas investigaciones han demostrado que el “ejercicio localizado” aumenta la fuerza muscular en áreas específicas, pero no reduce la grasa en esas mismas zonas.
Entonces, cuando usted escucha sobre la «quema de grasa», básicamente significa que su cuerpo está utilizando la grasa almacenada como fuente de energía, lo cual es una parte normal y necesaria de cómo funciona su organismo.
La importancia de utilizar (quemar) la grasa como fuente de energía inducida por ejercicio radica en diversos aspectos como por ejemplo, que su rendimiento físico sea de mayor resistencia y durabilidad, es decir cuando el cuerpo utiliza la grasa como fuente de energía se produce un suministro constante y duradero de combustible. Esto es esencial para actividades de resistencia, como correr largas distancias o andar en bicicleta, ya que la grasa puede proporcionar energía de manera sostenible, lo que retrasa la fatiga y mejora la resistencia.